Caracoles y babosas

Limaco es la palabra que agrupa a caracoles y babosas. Estas plagas son moluscos herbívoros de hábitos nocturnos que se desplazan gracias a una película de moco o baba que producen y van dejando restos pegajosos por donde pasan.

Para poder producir tanta cantidad de baba, necesitan mucha agua. Es por eso que salen sobre todo cuando llueve, cuando hay un tiempo húmedo y lluvioso. Si hay un período de sequía, se refugian en el suelo.

El ataque de limacos ocasiona grandes pérdidas en jardinería y en agricultura. Estos moluscos raspan con su rádula (estructura con la que el caracol raspa el alimento para alimentarse) la epidermis de hojas, flores, frutos, semillas, plántulas, ramas jóvenes y hasta partes subterráneas. Si el ataque es más severo, pueden llegar a aparecer perforaciones y bordes irregulares.

Este daño es muy parecido al que causan muchas larvas de insectos; sin embargo, se puede diferenciar mediante la observación directa de los caracoles y babosas en el jardín o por el rastro de baba que dejan (sobre todo las babosas), lo cual en muchos casos mancha la hoja, desmejorando la calidad de la cosecha.

¿Cómo prevenir el ataque de caracoles y babosas?

En el huerto ecológico la prevención es la palabra clave y para prevenir el ataque de limacos podemos asociar diversas alternativas, tal como os listamos:

1- Depredadores Naturales

Una de las estrategias más inteligentes para evitar el ataque de limacos es potenciar la presencia de sus depredadores naturales en el huerto, como por ejemplo con los sapos, ranas, lagartijas, tortugas, erizos, patos, pájaros, gallinas, salamandras, etc.

2- Plantas Repelentes

También podemos plantar en el huerto algunas plantas repelentes, como la ancolia, el romero, lavanda, bergenias (Bergenia crassifolia), las capuchinas, geranios, mostaza, etc.

3- Barreras

Barreras físicas también son alternativas preventivas para combatir plagas de caracoles y babosas, Las barreras de serrín o ceniza son muy empleadas, peroson efectivas sólo a corto plazo, pues cuando se mojan con la lluvia o la humedad nocturna pierden su eficacia. También es posible hacer barreras como las cáscaras de huevo trituradas.

4- Riego por goteo

Los caracoles y babosas son atraídos por la humedad, entonces al usar sistemas de riego más eficientes como el riego por goteo, así evitamos desperdicios de agua y excesos de humedad en el huerto.

5- Eliminar huevos

Durante el otoño los limacos, depositan sus huevos en el suelo donde hibernan, siendo la puesta, de aproximadamente 200 huevos por individuo. En primavera, hay una pequeña eclosión de los mismos, transformándose en pequeñas babosas o caracoles. Entonces una de las maneras más efectivas de prevenir el ataque de la plaga es eliminando sus huevos.

Remedios para combatir caracoles y babosas

Cuando la prevención no es suficiente o cuando las condiciones ambientales favorecen a una rápida multiplicación de la población de la plaga de limacos tenemos que optar por formas directas de control.

1- Trampas

Existen diversas trampas, pueden ser DIY o las trampas listas para uso.

De entre las trampas DIY más usadas, está la trampa de cerveza, que consiste en enterrar recipientes de boca ancha y llenarlos de cerveza. La cerveza atrae a los caracoles, que caen en la trampa y mueren. Pero ¡Ojo! hay que vaciar la trampa y renovar la cerveza a cada 2 o 3 días.

2- Recoger manualmente caracoles y babosas

Si el ataque de la plaga no está tan extendido por el huerto, podemos quitar manualmente los limacos que encontramos. Una forma para facilitar su recogida, es colocar colocar tejasu otros elementos que les sirvan de cobijo. Podemos dárselos a gallinas y patos!

3- Molusquicidas ECO

Si la plaga es muy extensa y el control se hace muy difícil usar molusquicidas específicos y respetuosos con el medio ambiente. Una excelente alternativa son los productos con fosfato de hierro, pues son respetuosos con la fauna auxiliar y no tóxicos para mascotas.

El fosfato de hierro se encuentra de forma natural en la naturaleza y su modo de acción actúa en la ingestión, engañando el sistema digestivo de la plaga y provocando el bloqueo de la alimentación. Es muy eficaz para todas las variedades de limacos, incluso con lluvia y tiene el certificado para uso en agricultura ecológica.

¿Qué es un tratamiento ecológico para plantas?

Un tratamiento ecológico no es otra cosa que aquel que permite prevenir, controlar y eliminar plagas y/o enfermedades en nuestros cultivos de una forma natural y totalmente sostenible, sin alterar de forma negativa las propiedades de las plantas o nuestra salud.

Un tratamiento ecológico debe cumplir los siguientes requisitos:

  • Toxicidad: No debe ser tóxico para personas y animales. Nuestra idea es consumir ese producto, por lo que, ¿qué sentido tiene emplear tóxicos en nuestra propia comida? Por otra parte, antes de consumirlo, vas a manipularlo, vas a estar en contacto con esas plantas, árboles, etc. y si tienes mascota, va a ser complicado que no meta el hocico… por lo que, debemos descartar todos los productos que provoquen irritación, o cualquier tipo de toxicidad.
  • Periodo de seguridad: No debe tener periodo de seguridad. La mayoría de tratamientos de origen sintético vienen con un periodo de seguridad indicado desde que aplicas el producto hasta que se puede consumir.
  • Resistencias:los insectos, hongos, bacterias, etc. desarrollan resistencias a los tratamientos. ¿Esto qué es? Que "aprenden" a combatirlos y se hacen inmunes, es decir, que no conseguiríamos el efecto deseado. Para evitar esto debemos emplear productos que actúen por contacto.

Aún así, existe una gran variedad de productos ecológicos y a veces se puede hacer difícil saber cuál elegir. Para simplificarlo un poco os los vamos a clasificar según el tipo de tratamiento:

Fungicida:

  • Cola de caballo: se trata de uno de los fungicidas ecológicos más conocidos por su efectividad en la agricultura ecológica contra hongos como el oídio, el mildiu, la roya, la antracnosis, etc. Se aplica de forma preventiva una vez a la semana. Refuerza el sistema inmune de la planta e impide el ataque de bacterias y hongos.

Insecticida:

  • Aceite de neem: proviene directamente del árbol de neem. se trata de un insecticida ecológico ampliamente utilizado por su versatilidad y facilidad de empleo. Sirve como tratamiento preventivo, se puede aplicar directamente sobre los insectos o añadiendolo al agua de riego.
  • Solución potásica. se trata de un tratamiento que actúa por contacto y tiene un efecto rápido matando al insecto por asfixia. Además al degradarse aporta a las plantas nutrientes que puede aprovechar. Puede emplearse en todo tipo de cultivos.
  • Tierra de diatomeas: a base de fósiles de diatomeas, que son algas fósiles con un alto contenido en zinc y otros minerales. Actúa como control y prevención de plagas de insectos a la vez que como fertilizante para el suelo.

Fertilizante:

  • Humus de lombriz: se trata de un abono orgánico de una excelente calidad, procesado por lombrices de California. Este producto es muy rico en nutrientes fácilmente asimilables para las plantas. No produce malos olores y proporciona propiedades muy favorables a la estructura del suelo aportando así aireación, aumentando la capacidad de asimilación tanto de agua como de nutrientes, etc.
  • Fertilizante ecológico: se trata de un complejo nutritivo 100% ecológico y natural compuesto a base de remolacha y caña de azúcar. presenta una alta proporción de materia orgánica, aminoácidos y demás nutrientes asimilables por las plantas. Se puede emplear en todo tipo de cultivo.

Trampas:

Otra opción muy viable para el control de plagas es el trampeo ecológico. Nos va a permitir regular la población de insectos perjudiciales para nuestros cultivos y reducir el uso de productos dañinos como insecticidas sintéticos, incluso vamos a poder reducir el uso de insecticidas ecológicos, aunque, es aconsejable emplearlos conjuntamente como método de prevención de plagas.

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